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La antigua tormenta cósmica "movió" los planetas del sistema solar de sus órbitas.

Una antigua tormenta cósmica podría dar forma a nuestroSistema solar Esta conclusión inesperada fue hecha por especialistas del Southwest Research Institute en Colorado. Algún tiempo después de que los planetas encontraron su verdadera forma, una serie de choques resonantes entre planetas gigantes los dejaron fuera de sus órbitas habituales, haciendo que "deambulen" por un tiempo. Según sciencemag.org, las cicatrices en la luna convencieron a la mayoría de los planetólogos de que ocurrió una tormenta cósmica hace unos 3.96 mil millones de años, 650 millones de años después de la formación del sistema solar. Sin embargo, tal teoría no encaja en el marco de la imagen familiar de los procesos planetarios que tuvieron lugar en los albores de la formación de nuestro sistema estelar. ¿Quizás todo lo que sabemos sobre el sistema solar está mal?

Una antigua tormenta cósmica podría mover los planetas del sistema solar.

Tormenta espacial reorganizó los planetas del sistema solar

Hace dos décadas, los científicos reconocieron que enEn el pasado lejano del sistema solar, los planetas tuvieron que migrar desde sus lugares habituales para crear nuestro sistema planetario único en la forma en que ahora lo conocemos. Según el modelo presentado por los planetólogos de la Universidad de la Costa Azul, después de que los planetas gigantes se formaron a partir de un disco de gas, Júpiter jaló a sus hermanos gigantes en una cadena resonante de órbitas, donde Saturno giró alrededor del Sol tres veces en dos vueltas de Júpiter. El gas que rodeaba los planetas actuaba como un amortiguador, calmando cualquier inestabilidad, pero tan pronto como se disipó, la atracción de las masas de planetas gigantes desató un verdadero caos.

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Análisis de rocas lunares recogidas del choquede los cráteres de los astronautas del Apolo revelaron que la luna estaba en un grave cataclismo cósmico hace unos 3.95 mil millones de años. El evento a gran escala se llamó el bombardeo pesado tardío y sugiere que las piedras recolectadas por los astronautas en varios cráteres son fragmentos de un poderoso golpe que creó la cuenca de Imbrium. Una datación más precisa de meteoritos lunares muestra que las colisiones ocurrieron hace 4.300 millones de años, mucho más tarde de lo que se pensaba.

En un nuevo artículo publicado en la revista Icarus,Los investigadores demuestran cómo un cataclismo anterior podría explicar algunas de las características extrañas del sistema solar. Entonces, la inestabilidad temprana podría explicar la presencia de un cinturón de asteroides entre Júpiter y Marte, destruyendo material formador de planetas en el borde de las partes externa e interna del sistema solar. Además, la forma compacta del cinturón podría aparecer debido a la última etapa de la inestabilidad del sistema solar, durante la cual el último tirón de Saturno de Júpiter arrojó el material residual después de la formación de los planetas en la órbita actual.

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Aunque hay evidencia directa de la aparición tempranaCasi no hay inestabilidad en el sistema solar, los científicos tienen la intención de analizar los gases nobles medidos por la nave espacial Rosetta cerca del cometa 67P. Según los expertos, la inestabilidad podría causar un bombardeo de la Tierra por una lluvia de cometas casi inmediatamente después de que se solidificara. Además, la composición helada del doble asteroide Patroclus-Menoetius, que gira en la órbita de Júpiter, puede indicar que el objeto se formó originalmente en las esquinas remotas del sistema solar y posteriormente fue arrastrado por un planeta gigante hacia su vecindad.

Sea como fuere, hay una alta probabilidadEl hecho de que la antigua tormenta cósmica contribuyó al desarrollo de la vida en la Tierra. Entonces, los planetas gigantes, ubicados en sus órbitas modernas, protegen perfectamente a la Tierra de la invasión de asteroides y cometas desde las fronteras del sistema solar, y la antigua ciudad cometa podría convertirse en una fuente de agua tan necesaria para la vida orgánica.